El segundo día del Encuentro Mundial de los Movimientos Populares abrió con el panel “De la exclusión a la organización popular de los trabajadores”

emmp-lidyane-2Por PRENSA EMMP / “El sistema capitalista está en función del dinero, con lo cual se produce la exclusión, porque al Sistema le conviene, con el objetivo de la ganancia, excluir parte de la sociedad, es una consecuencia de cómo está organizado hoy el sistema de trabajo…”, aseguró Marcelo Sánchez Sorondo, Arzobispo de la Academia Pontificia de Ciencias del Vaticano durante el Panel de esta mañana.

En este espacio se expusieron experiencias de luchas, reivindicaciones y formas de organización en diversos escenarios de América Latina en donde las políticas neoliberales y el lucro del mercado marginan a trabajadores, trabajadoras y familias enteras condenándolas a la pobreza y la marginalidad.

El derecho al trabajo es uno de los elementales de todo ser humano, pues con él no sólo satisface sus necesidades, sino que contribuye con los demás, y al propio desarrollo de la sociedad, cuando este derecho no se tiene, es muy difícil hablar de justicia social.

“Hay muchas formas de trabajo y de acceder a ellos -dijo Marcelo Sánchez-, y deberían ocuparse los que rigen el bien común, y si ellos no lo hacen, se tiene que ocupar el pueblo mismo, y por eso los Movimientos Populares están llamados a conseguir trabajo para la misma población”.

La vivencia de las luchas de trabajadoras y trabajadores argentinos se dejaron escuchar en la voz de Esteban Castro, Secretario General de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular de Argentina, quien reflexionó sobre “las profundas reflexiones que se dan hoy en el campo popular sobre lo que debe hacerse para revertir el modelo de hambre, desocupación, y miseria que quieren imponer las corporaciones y el capital financiero internacional”.

“Nosotros peleamos por todo lo que se ha peleado en Argentina y por todos los que pelearon en América Latina, por eso damos la pelea, y para que no se profundice el pensamiento neoliberal” –acotó el dirigente sindical, a la par que sentenciaba la desaparición de quienes atentan contra los derechos de los trabajadores: “Ellos, como Videla, se mueren, incluso en la cárcel como él, y nosotros no, aunque también ponemos muertos en la lucha (30 mil compañeros detenidos y desaparecidos en Argentina), nosotros seguimos peleando, ellos se mueren como ratas porque es lo que son, nosotros somos trabajadores ¡y a los trabajadores se les respeta carajo!

Rememoró la llegada de Néstor Kirchner al poder y cuando dijo que no iba a dejar sus convicciones en la puerta de Casa Rosada, “Él, junto a Lula y Hugo Chávez le dijeron ¡no al alca! ¡al carajo! Y eso fue lo que pasó en Argentina y en América Latina. Por eso hoy le decimos a las corporaciones ¡que se vayan al carajo! ¡No las necesitamos! Los trabajadores sabemos organizar la producción, sabemos comercializar, somos dignos, y vaya si Bolivia nos demostró que los trabajadores son dignos. ¡Ahí está Evo Morales! ¡Esa es la dignidad de este pueblo!

19495306362_300f80656a_zOtra de las experiencias expuestas fue la de trabajadoras y trabajadores por cuenta propia en Guatemala mediante la palabra de María del Carmen Aguilar del Sindicato Nacional de Trabajadores Independientes de la Salud de Guatemala: “Nos dicen que somos de la economía informal en nuestros países, y de informal no tenemos nada, somos bien formalitos y pagamos nuestros impuestos, y son las empresas las que se quedan con todo”.

La dirigenta sindical relató el proceso vivido y la organización que han asumido para defenderse de los gobiernos “que nos quieren exterminar” –dijo-, “dicen que nos quieren formalizar, pero cómo, ¿esclavizándonos, persiguiéndonos, robando nuestras mercancías? ¿De qué forma nos quieren formalizar? Los mercados son nuestros, las calles son nuestras, no del gobierno”.

A su vez, reflexionó sobre los retos que enfrentan aún las distintas formas de organización sindical, campesinas, movimientos sociales y el pueblo en general en Guatemala: “Tenemos que hacer alianzas, sentir el dolor de los campesinos, el dolor de los hermanos que luchan por la tierra, el dolor de las mujeres de las mujeres, de los niños y jóvenes, porque de forma individual nunca vamos a ganar nada. Hay que buscar la unificación de todos los sectores para acabar de dar un espaldarazo al gobierno corrupto”.

Como una experiencia fruto de la voluntad política de un gobierno que se ponen en función de su pueblo, habló Miguel Albarracín, Director Nacional de Trabajo Sector de Trabajadores Fabriles de Bolivia, quien reconoció que: “Lo que hemos logrado hoy en Bolivia es un ejemplo de cómo se respetan los derechos laborales, no es lo que quisiéramos, pero con nuestro gobierno vamos ganado demostraciones prácticas en salario, estabilidad laboral y muchos otros programas…” A la vez que acotaba: “Tenemos que desarrollarnos industrialmente para no ser sólo exportadores de materia prima, pero esto hay que hacerlo son afectar el medio ambiente y respetando el derecho de los trabajadores y esto lo estamos cumpliendo en todo el país”.

José Raúl Vera López, Obispo de la Diócesis de Saltillo de México, planteó un caso concreto de cómo la buena voluntad, la perseverancia, pero sobre todo la unidad, permiten pasar de necesidades y demandas, a proyecciones, acciones y resultados concretos.

Tras la explosión de una mina en el 2006, donde murieron 65 mineros, los empresarios aseguraban que ellos no eran responsables, sino los propios mineros pues “sabrán ellos lo que estaban haciendo allá abajo”, decían los empresarios. “Los familiares no tenían ningún derecho, sólo los mineros y como estaban muertos, ya no podía reclamar nada. Aquí descubrimos el grado de exclusión en la que vivían los mineros”.

El Obispo narró el intenso trabajo realizado para aunar a las familias de las víctimas y plantear acciones que trajeran justicia ante los hechos, toda vez que de parte del Estado no se había hecho nada. Con una familia que no aceptó los sobornos de la empresa, comenzaron un proyecto que: “Hemos logrado cambiar la creencia que tenían los mineros de que como ellos les estaban moviendo las entrañas a la tierra, alguien tenía que morir de vez en cuando, esto ya ha cesado, estas familias han estudiado, se han informado, en el día de hoy, hay una nueva mentalidad, y es posible porque ahí tenemos una organización de personas que antes eran excluidas y ahora están en una actividad dinámica, y es de las familias, no sólo los trabajadores, y en eso hemos superado a los sindicatos que se concentraban sólo en los trabajadores pues las familias también tienen derechos”.

Al cierre del Panel Eliane de Moura Martins, del Movimiento de Trabajadoras y Trabajadores por Derechos (MTD) de Brasil, dijo que “tenemos que tener muy clara la dimensión de la unidad de los trabajadores, independientemente de nuestras formas de trabajo, de ser formales o informales, la unidad de hombres y mujeres en todos los espacios que tengamos. Los trabajadores tenemos que tener nuestro proyecto de producción, económico, social, cultural, político y de género. Tenemos la obligación de luchar por el modo de vida queremos para nuestras sociedades, el continente y el mundo y para eso precisamos de unidad, de solidaridad, de generosidad, ternura, comprensión porque somos de una diversidad fantástica, y tenemos que encontrar un voto de equilibrio para superar las dificultades que todos tenemos”.

La mañana concluyó con testimonios de delegados que contaron sus propias experiencias, como el representante de la Central Única de Trabajadores de Minas Gerais – Brasil, Jairo Noguera, que se refirió a la crisis sistémica del capitalismo que solo quiere seguir acumulando capital a costas de los trabajadores, y de la necesidad de unir las luchas tanto de América Latina como de todas la partes del mundo recordando lo que está pasando ahora en Grecia.

Charo Castelló, de la HOAC y copresidenta del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos

Charo Castelló, de la HOAC y copresidenta del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, durante su intervención

Charo Castelló de la Hermandad Obrera de Trabajadores Católicos de España también habló de la crisis que afecta a Europa. En especial se refirió al derecho al trabajo y trabajo con derecho. Ella destacó como ya no son los estados los que hacen políticas sobre el trabajo sino las transnacionales. En Europa hay un porcentaje de desempleo siempre más alto, trabajo siempre más precarizado y emigración forzosa en la búsqueda de trabajo que es necesario para la dignidad de los seres humanos.

Juan Churats del Movimiento Mundial de Trabajadores Católicos de Perú subrayó como el Papa el año pasado en Roma dijo que los movimientos no deberían seguir la corriente, sino ir contracorriente y luchar. También dijo cómo es importante sembrar un tierra fértil para tener una buena cosecha y de cómo eso es lo que está pasando aquí en Bolivia.

De las fábricas recuperadas habló Luis Maidana del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas de Argentina, compartiendo su experiencia de ocupación resistencia y producción en su frigorífico que sí se pudo recuperar pero recomienda de no venderse al poder. Dijo que apoya a Papa Francisco no tanto por la religión sino porqué el inculca a ser personas mejores en todo.

María Elbia Pisuña Llulluna, de la Red Nacional de Recicladores del Ecuador también compartió su experiencia y de cómo lograron tener un reconocimiento por parte del estado de Ecuador para todas las 38 organizaciones de recicladores, y que ahora la lucha sigue para todos los trabajadores de la economía popular. Este encuentro va a ser una gran ocasión para visibilizar el trabajo de todos.

Desde Italia Giulia Baruffo habló de la antimafia social y del trabajo que está haciendo la organización Libera, que propuso una ley para que los bienes de la mafia sean utilizados por las organizaciones que trabajan en contra de la exclusión social.

Julieta Varela de la red Feminismo Comunitario de Bolivia presentó un documento para la liberación de los pueblos y las mujeres, en donde se destaca de como las mujeres no son una minoría sino más del 50% de cada pueblo. En el documento se presentan las 4 D: Desde los pueblos, los pueblos originarios, las organizaciones y los movimientos organizados, Despatriarcalización de los Estados y las sociedades, Descolonización de los cuerpos, las culturas, las espiritualidades y los territorios, Desneoliberalización anticapitalista, de las economías, del trabajo y la producción.

En la conclusión el representante del pueblo Guaranì Kaiowa Elizeo Lopes realizó una denuncia en contra del gobierno de Brasil toma las tierras donde viven los pueblos indígenas.

Marcelo Sánchez Sorondo, Arzobispo de la Academia Pontificia de Ciencias concluyó la mañana destacando la necesidad de globalizar el trabajo y de que los movimientos populares sean más protagonistas porque sin trabajo tampoco llegamos al reino de los cielos.