El encuentro será del 13 al 16 de agosto bajo el lema “Construyendo iglesia en las periferias del mundo obrero” – Justicia, #trabajodigno y solidaridad

NNOO1565imagenLa HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) celebra en Segovia  su XIII Asamblea General del 13 al 16 de agosto, bajo el lema “Construyendo Iglesia en la periferias del Mundo Obrero”. A partir de una mirada creyente de la realidad, dialogaremos y decidiremos cuáles serán nuestros retos y  objetivos para los próximos seis años.

La HOAC de la Diócesis de Cartagena estará representada por unas 50 personas, entre militantes, simpatizantes y sus familiares de este movimiento apostólico de la Acción Católica, que está presente en Murcia, Alcantarilla, Molina de Segura, Cieza, Cartagena y Yecla,

Los hombres y mujeres de la HOAC queremos dar pasos para  vivir en comunión con los últimos del mundo obrero y del trabajo, encarnándonos en sus vidas  y en sus luchas. Estas son las periferias del mundo obrero a las que nos sentimos enviados y enviadas y a  las que el Papa Francisco nos invita  a comprometernos.  Lo hacemos para construir juntos una “nueva sociedad” donde la persona esté en el centro de la vida social, el trabajo sea decente  y así poder  vivir con dignidad y que la sociedad sea una verdadera comunidad de hermanos. Este es nuestro empeño.

En los últimos años, el  capitalismo ha enseñoreado la vida social, se ha instrumentalizado el trabajo humano, se ha deformado la política, se ha debilitado la lucha por la justicia y se ha empobrecido a la mayoría de la población. La injusticia, la pobreza y la desigualdad han ido creciendo y se manifiesta  en la pérdida de derechos sociales y laborales.

En estas situaciones y con estas personas está  nuestra misión y con  ellas queremos desarrollar nuestro compromiso. Desde esta realidad,  los hombres y mujeres que formamos la HOAC en nuestra Asamblea, queremos  dialogar para avanzar en ser Iglesia  encarnada en el mundo obrero y del trabajo y comunitariamente dar pasos para  vivir los valores del Evangelio.

Nos queda mucho por cambiar en nuestras vidas y en nuestras prácticas. ¡Cuántas inercias se nos acumulan en nuestro compromiso!, pero también, ¡cuánto amor, lucha y sacrificio al servicio del mundo obrero en estos años!

Una vez más volvemos los ojos a nuestro origen cristiano y obrero, de donde nos viene nuestra identidad y ofrecemos a Jesucristo como propuesta de liberación para las mujeres y los hombres de este  mundo.

Con nuestras luces y sombras, nuestro ser cristiano es lo que nos mantiene en la lucha, lo que mantiene vivo en cada militante, nuestra esperanza.

Con la seguridad que nos da el saber, que en este caminar no estamos solos, nos disponemos a celebrar y vivir este final de recorrido hasta la celebración de  nuestra XIII  Asamblea General, como un espacio de  Gracia, Confianza  y de Compromiso,  para junto a otros, dar pasos en la humanización de  la realidad social en la que vivimos  y desde la sencillez y la humildad,  compartir, vivir y ofrecer la Buena Noticia del Evangelio de Jesús a  los hombres y mujeres de nuestro tiempo.