Dos militantes hoacistas, el consiliario Joaquín Sánchez y Joaquín García Abellán ‘Chipola’, se encuentran entre los encausados que serán juzgados la semana próxima en Murcia

Copia de IMG_20150223_114443Por REDACCIÓN / Los y las militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de la Diócesis de Cartagena, queremos expresar nuestra solidaridad y apoyo a los miembros de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) que se encuentran encausados en procedimientos judiciales en aplicación de la «Ley Mordaza» y de la reforma del Código Penal, que serán juzgados en los próximos días en Murcia.

 

La HOAC, como movimiento apostólico encarnado en el mundo del trabajo, se une al dolor y a la inquietud que sufren miles de familias ante el riesgo de desahucio de sus viviendas, o por las condiciones que padecen en su vida diaria a la hora de hacer frente a sus gastos de alimentación, educación o pagar los recibos de la luz, el agua o el gas.

Asimismo, queremos mostrar nuestro compromiso y reconocimiento a la PAH, que ha hecho visible desde hace años el drama y la injusticia de los desahucios, por defender hasta las últimas consecuencias el derecho a la vivienda que recoge nuestra Constitución.

En el caso de los procesos judiciales en los que están encausados los activistas de la PAH, apelamos a que los jueces y los denunciantes tengan en cuenta y prevalezca el derecho a la vivienda y a la solidaridad, frente al rechazo a la búsqueda de soluciones que favorezcan la conservación de la vivienda por parte de las familias afectadas.

La criminalización de estas acciones no violentas –como sucede con los sindicalistas procesados en diferentes lugares de España– no va a impedir que la solidaridad se demuestre en la calle o en las ocupaciones pacíficas de bancos para hacer visible las injusticias.

Joaquín Sánchez, a la izquierda, en una de las protestas celebradas en Murcia contra los desahucios.

Joaquín Sánchez, a la izquierda, en una de las protestas celebradas en Murcia contra los desahucios.

Como creyentes en Jesús Nazaret tenemos muy presente el grito del papa Francisco a los participantes en los Encuentros Mundiales de Movimientos Populares, en los que además de tierra y trabajo reclamó «un techo, una casa para cada familia».

Aplaudimos y nos solidarizamos con dichos miembros por ponerse al lado de los que menos tienen, y en este caso se están viendo privados de un derecho fundamental, la vivienda. Creemos que están haciendo presente el mensaje de Jesucristo, del reino del amor, al estar con los que tienen más difícil vivir en esta sociedad dignamente.

Hacemos un llamamiento a todas las personas de buena voluntad a unirse, y solidarizarse con los encausados por luchar por el derecho a la vivienda. Pedimos que la solidaridad y la ayuda no sean criminalizadas y que prevalezca el derecho de la familia a un techo.