Fachada del CIE de Murcia, ubicado en Sangonera la Verde.

Cada día que pasa abierto el Centro de Internamiento de Extranjeros de Murcia es una amenaza para la seguridad de todos los internos y de cuantos prestan su servicio en ese centro

Por CONVIVIR SIN RACISMO / En la noche del lunes 14 de noviembre se produjo un nuevo amotinamiento con fuga en el CIE de Murcia, la tercera en poco más de un mes. En primer lugar queremos trasladar nuestro deseo de una pronta recuperación de las lesiones producidas a funcionarios policiales y a los internos que se vieron afectados en esté incidente.

El pasado día 7 de octubre tras la primera fuga, presentamos una queja formal ante el Juzgado de control jurisdiccional del CIE de Murcia, el pasado 3 de noviembre, interpusimos una petición a la Oficina del Defensor del Pueblo tras el segundo incidente, en ambas hemos pedido el cierre de estas instalaciones pues cada día que pase abierto supone más sufrimiento y una amenaza para la seguridad de todos los internos y de cuentas prestan su servicio en ese centro.

Desde Convivir Sin Racismo seguimos denunciado las considerables deficiencias organizativas y el incumplimiento de las medidas previstas en el Reglamento de Funcionamiento y Régimen Interior de los CIEs y criticamos que pese al carácter no penitenciario de estos centros, se siga apostando por endurecer las condiciones del internamiento, atribuyendo funciones a funcionarios policiales, ajenas a su cometido, preparación y formación profesional en lugar de apostar por resolver los problemas frecuentes en relación a la falta de transparencia y al derecho de información, tanto de los internos, como de los letrados y las ONGs que les asisten; se producen dificultades para el acceso al expediente personal del interno; a que se facilite información sobre los diferentes procedimientos administrativos y/o judiciales en que se ven inmersos; a la comunicación y visitas sin trabas e impedimentos con sus familiares, amigos y organizaciones sociales; a que sea informado en su propia lengua de los derechos y obligaciones que tienen, así como sobre las normas básicas de conducta en el CIE, a tener acceso a ropa limpia o a medios para poder garantizar un aseo adecuado, a la atención médica adecuada, a una alimentación suficiente,… etc .

Hoy reclamamos tanto a la Jueza de Control del CIE de Murcia como al Defensor del Pueblo de España, que intervengan de forma urgente en este centro de internamiento, que acaben con las duras condiciones y con el clima de tensión constante que se vive, que indaguen en las razones por las que de manera reiteradas se producen estas situaciones y prevengan de posibles actuaciones lesivas de derechos. Pues como ocurre en cualquier establecimiento público donde se custodia a personas privadas de libertad, el ejercicio de los derechos requiere de su reconocimiento, respeto y amparo primero por parte de quienes prestan servicio en el lugar en cuestión, sea un servicio policial o no y también por las instituciones públicas que deben velar por su cumplimiento para que el derecho no se detenga en la puerta de los CIE.