Un nuevo artículo de «El Rincón de Caselles»

Esteban González Pons aplaude al presidente Valcárcel en el congreso del PP de Murcia del sábado pasado.

Por JUAN GARCÍA CASELLES / El ínclito González Pons, debelador de sociatas, exactamente el mismo que le regaló al badulaque de Urdangarín un buen puñado de dinero que no era suyo, sino de todos los valencianos, se soltó la melena en Murcia diciendo que las autonomías tuvieron que «recurrir a métodos poco corrientes» para su financiación por la «dejación» del Ejecutivo.

Debe estar equivocado, porque, al parecer, si había una cosa que era corriente en las autonomías peperas era lo de saltarse la ley a lo González Pons, o sea, a la torera.

Y, un poco después, nos sale Rajoy con que lo de las facturas en los cajones no tenía mayor importancia, porque lo bueno es que ahora ya sabíamos la verdad, cosa que, según él, es muy importante para trabajar en arreglar las cosas. “Hay veces que es mejor decir «oiga, la verdad es esta, y a partir de ahí vamos a operar», añadió”.

El valenciano Vela riza el rizo diciendo que han hecho un ejercicio de transparencia y que habrá que ver lo que han hecho otros, no dice si del PP o no del PP.

Y aquí vienen las preguntas. Bueno es sacar las facturas de los cajones, claro, pero ¿podarían explicarnos quien las metió, de quien es la responsabilidad de que estuvieran ahí, durmiendo el sueño de los impagados? ¿Cómo pasaron de generación en generación de políticos sin que nadie protestara? ¿Cuántos lo sabían y callaban?
¿Por qué no se supo públicamente lo que ocurría, si el Gobierno ya lo sabía un mes y pico antes? ¿Porqué ascendieron a Beteta si es uno de los responsables?

¿Podrán aclararnos porqué los acreedores no reclamaban su cobro?

¿Para qué sirve el Tribunal de cuentas (y sus equivalentes autonómicos) si soloven el papel amañado que les presentan, eso si no se pasan los años mirando las telarañas del techo?

Y, sobre todo, ¿para qué sirve la Fiscalía que no se entera de unos delitos que salen en todos los periódicos? ¿Es que están todavía investigando la presunta inocencia de Dívar, el más trabajador de los funcionarios españoles, que se gastaba su propio dinero en ir a trabajar a Marbella los fines de semana?

Finalmente, pregunta para los demócratas constitucionalistas de toda la vida: ¿Por qué en España (y los países de nuestro entorno) no van la cárcel los delincuentes, salvo que sean, además, pobres o marginados?