Por JUAN GARCÍA CASELLES / Ya sabíamos que era un mentiroso. Hace dos semanas Rajoy dijo que “no va a haber ningún rescate bancario”. Mentía a sabiendas. También sabíamos que es un gandul. Y por eso decidió no salir a hablar con la prensa y delegó en el Guindos, que para eso le paga.

Lo malo fue que al evitar el sábado hacer la lógica rueda de prensa, le llovieron los reproches de todas partes, especialmente de sus comilitones, por lo que se decidió a dar la cara, pero le salió el tiro por la culata, porque fue una rueda de prensa gloriosa.

Dijo que había obtenido una línea de crédito para la banca española, pero los desmentidos le llovieron del universo mundo, porque en realidad lo que había obtenido era un rescate del Reino de España especial para la banca.

Dijo que no iba a entrar en disquisiciones nominalistas, pero lo que hizo fue ocultar que era un rescate puro y duro, como así se lo recordaron todos los políticos europeos, y muy en concreto su amiga la Merkel.

Dijo que al no le había presionado nadie, pero todos sabemos que le presionaron desde Alemania, Austria, Holanda y Finlandia, así como el FMI y el Obama, además del Barroso. Hasta él mismo confesó que había hecho los “deberes”, si bien ocultó quién se los había puesto.

Dijo que era para calmar los mercados, y el lunes los mercados le devolvieron el tortazo en el IBEX y la prima de riesgo. Y se lo repiten hoy.

Y para colmo presumió de que había sido él el que había ejercido presiones para obligar a Europa a darle lo que pedía y la carcajada fue tan universal que todavía están riéndose los pingüinos emperador de la Antártida.

O sea, que además de mentiroso y gandul es un fantasma, porque según la Real Academia de la Lengua, en su acepción 5, fantasma es una persona envanecida y presuntuosa.

Menos mal que estas gentes del PP están muy relacionadas con los del dinero y por eso entienden muy bien lo que hay que hacer, porque si no, no sabemos que cosas terribles nos ocurrirían. Así, en cambio, nos respetan y temen en Europa y nos envidian y admiran en el resto del mundo. Más o menos, así lo expresaba la Cospedal.